La inclusión es una realidad, que poco a poco, va ingresando a las escuelas. La diversidad hace que todos podamos ser parte, y no simplemente tratar de hacer lo que hacen los demás. Cada niño tiene sus fortalezas, y lo verdaderamente importante que la escuela debe enseñar es que esas características son las que hacen rica la experiencia de compartir con otros.
Son los docentes quienes día a día deben transitar el camino que lleva al éxito de sus alumnos y entender que todos podemos dar algo al grupo. Es por esto que si los docentes no entienden que cada niño explota sus posibilidades de forma diferente, no hay una inclusión posible. Hoy por hoy, estamos atravesados por el paradigma de la integración (en el que uno debe hacer lo que hace el resto), pero vamos en camino hacia la inclusión, en la que todos hacen, se desarrollan y crecen en relación a sus fortalezas, intereses y deseos.
Como todos somos diferentes, cada actividad que plantee el docente debe satisfacer a cada miembro de la clase, por eso, se le deben brindar herramientas al docente para que haga de su espacio de trabajo, el aula, un lugar de aprendizaje significativo para todos.
Lic. Fernando Bususcovich